La perdida del trabajo manual como materia didáctica, debe preocuparnos no tanto por la desaparición de una antigua propiedad cultural, sino que mas debería alarmarnos el hecho, que a los niños se le dificulta en medida cada vez mayor conectarse con la tierra, de adquirir plenas facultades humanas, antes de sumergirse en el mundo de la técnica, un paso éste, que siendo dado a la edad correcta, es imprescindiblemente dar.
Un ser humano joven, al que se le permite la actividad manual y creativa, aprende a comprender al mundo, y comprendiéndolo, lo podrá amar.
Un ser humano joven, al que se le permite la actividad manual y creativa, aprende a comprender al mundo, y comprendiéndolo, lo podrá amar.
Comentarios